Estaba por escribir el especial mensual sobre la Astrología de Julio —que tiene su chicha: pongamos, por ejemplo, el ingreso de Marte en Virgo y la oposición a Saturno en Piscis, el cambio del eje nodal y, por supuesto el estreno de la temporada bajo el signo de Leo.
Pero claro, hablando de los leones y las leonas: este es el mes en que Venus, planeta del amor, inicia su retrogradación justo por este signo. Y a petición me habéis pedido que profundice un poco más sobre este tema —que, desde luego, matiza toda la Astrología del mes y además prolongará sus efectos durante agosto y septiembre.
O sea, que tenemos Venus retrógrado en Leo para rato.
¿Pero de qué va esto de la retrogradación de Venus?
Pues al igual que con Mercurio —y de hecho, con cualquiera de los otros planetas— la retogradación es un efecto óptico, según el cual, debido a las elípticas de los planetas y sus posiciones con respecto al Sol y la tierra, por periodos, pareciera que estos se mueven hacia atrás en el cielo.
Repito: se trata de una ilusión, de un espejismo. Los planetas realmente siguen orbitando hacia adelante. Pero desde la tradición astrológica, se consideraba este evento —piensa que la Astrología siempre fue una suerte de ciencia de la luz, de la observación— como una oportunidad para repasar, rescatar del pasado… y hasta malograr los temas del que el planeta represente.
O sea, que si Venus se pone retrógrado este mes —en concreto, el 22 de julio— pues va a dar pie unas semanas —son 40 días con 40 noches— para que le eches un vistazo a tus amoríos, relaciones, gustos, hobbies, emociones, creatividad, modas, operaciones estéticas… y así, tiro porque me toca.
Algo así como tu relación tiene un pequeño tropezón o algún incidente que de alguna manera te fuerza a sentarte y evaluar hacia dónde vas/estás yendo.
O te contacta un amante o una amante del pasado.
O te da por abrir el armario y decides ponerte unos pantalones de hace dos décadas.
O te das cuenta de que tienes ese hobby apartado y sería super chulo recuperarlo.
De manera que las palabras claves serían algo así como: pasado + amor + relaciones + gustos + aquello que me hace feliz.
Por supuesto, esto luego se ofrece a matices: Venus retrograda en un signo en concreto. En Leo. ¿Y cómo es Leo? Pues Leo es brillante, un tanto mandón, es vitalista, es cariñoso y expresivo, tiene un punto egocéntrico y otro punto cabezón, infantil, melodramático e inflexible.
Claro, esto también suma a las posibles manifestaciones de la retrogradación… o te paso preguntas de reflexión: ¿Me gusta brillar en las relaciones? ¿Soy generoso? ¿Eclipso en la búsqueda de brillo a mi pareja o es al revés? ¿Me hace feliz un constante reconocimiento y autoaplauso (se me vienen a la cabeza todas estas selfies y Likes constantes de las redes)?
¿Quiero recuperar un hobby que tenga que ver con los focos, el escenario, el sacar a la vista algo muy genuino que tengo? ¿O será que puedo ponerme esas ropas doradas de los años ochenta o cardarme la melena al estilo leonino?
Luego hay algo bellísimo que tiene que ver con los ciclos (algo que colorea la Astrología desde el principio de los tiempos). Y es que Venus acostumbra a retrogradar cada 8 ochos años, más o menos, por la misma zona.
O sea, que puedes echarle un vistazo a por dónde andabas en julio y agosto del 2015. Y otra vez más pero está vez por el 2007. Piensa que eso te puede dar un montón de pistas sobre qué asuntos, así como la casa en concreto de tu carta, que se moverán durante los próximos meses.
Y la cosa además, se sigue complejizando —o enriqueciendo, según se mire—. Si en el 2007 Saturno le cortaba un poco el rollo a Venus y el resto de planetas; en el 2015 era Júpiter quién lo amplificaba y lo llenaba de aventuras y goces.
Esta vez, Venus se mueve con otros personajes en el escenario: tendremos una conjunción con Mercurio el mismo día 22 —o sea, que alrededor de estas fechas, la mensajería y las noticias y los escándalos y las vacaciones vuelan—; habrá cuadratura con Urano en Tauro —9 de agosto, o sea que por ahí habría que cuidarse con los divorcios y cambios de planes— y una maravillosa y honrada conjunción con el Sol en Leo —para purificar, calcinar, obtener el beneplácito, el premio o el reconocimiento de tu obra artística o de lo que Venus y el Sol en tu carta manden. Será el 13 de agosto.
¿Y tú? ¿Sabes ya en qué casa te retrograda Venus y qué contactos formará en tu carta?