La Luna Nueva en Leo

Hay distintas teorías con respecto al impacto de las lunaciones de cada mes. Tenemos autores que afirman que cada Luna Nueva (el novilunio), extiende sus efectos hasta la siguiente Luna Nueva del mes.

Algo así como que a la Luna Nueva de agosto, en Leo, la precede la de julio, en Cáncer; y antecede la de septiembre, en Virgo (aunque estas fechas por supuesto pueden variar en el año, como bien sabes) que a su vez precede a la que se da en Libra. O sea: siguen el orden del horóscopo desde Aries a Piscis. 

Esto le daría a toda Luna Nueva una fuerza y efectos de un mes

Y tiene su sentido: el Cosmos cumple años, nace (o renace) y empapa de diversos temas, desafíos y cariños nuestras vidas, Piensa que, desde tiempos ancestrales, la conjunción de la Luna y el Sol ha sido considerada como símbolo de unidad y comienzos. 

Luego te vas a encontrar con astrólogos que defienden que cada lunación se matiza, cambia, o queda anulada por el siguiente cuarto lunar

O sea: a la Luna Nueva se le superpone el Cuarto Creciente, que a su vez queda anulado por la Luna Llena… y esta a su vez por el Cuarto Decreciente. 

Esto lo que hace es acotar el efecto de ahí arriba a espacios de 7 días; y tampoco está tan mal pensado, porque el cielo no se mueve tan rápido en una semana y estas lunaciones sirven más como minutero, o como filtro, para concretar aquello que los temas que la Luna Nueva nos ha presentado 

Finalmente, y aquí ya la cosa se pone más compleja, leerás en algunos textos de Astrología que una Luna Nueva sólo se desprende finalmente de sus efectos e impactos en nuestra carta natal cuando vivimos la Luna Llena en el mismo signo. 

O explicado de otra forma: una Luna Nueva en Aries —normalmente en marzo o abril— prolongará y terminará de materializar sus efectos con la Luna Llena en el mismo signo —en Aries, claro; y sólo posible en septiembre u octubre. 

Estamos hablando de un periodo de SEIS meses de duración, que no es poca cosa. 

Centrándonos en la Luna Nueva en Leo de este 16 de agosto, su impacto permanecería (de acuerdo con este principio astrológico) hasta enero o febrero del 2024. 

Pero como yo tampoco termino de comulgar del todo con esta idea, prefiero que seas tú quien decida o experimente si notas sus efectos un mes, una semana o ese medio año. 

¿Y cómo se presenta este novilunio leonino? 

Es un evento complejo —muy rico también— porque vamos a encontrarnos a la Luna y al Sol en Leo bien apretados, bien unidos —por eso se llama Luna Nueva o conjunción— en el grado 23 de este signo de fuego

De estos dos planetas, o dos luminarias (como se les conoce en la tradición), el Sol está muy fuerte: y digo fuerte porque el Sol está muy feliz cuando transita por Leo. 

No están solos en el cielo. Los acompaña —y no tan alejada— Venus retrógrado: que ya has visto cómo rescata amores pasados, avista leones falsos, nos ha traído Barbie a los cines y hasta una huelga en Hollywood. 

Y el paquete andaría contentísimo si no fuera por la presencia de Urano desde Tauro en grado casi exacto de cuadratura con las luminarias. 

Recuerda que la cuadratura es un aspecto de desafío. Y recuerda también que Urano no se anda con chiquitas en su búsqueda de libertad, originalidad, mandar las normas y tradición a tomar por saco y ponernos las neuronas a todo trapo. 

¿Conclusiones? 

La Luna Nueva en Leo promete un montón de sorpresas y divorcios (de hecho ya se están gestando), choques de ego, ruptura de normas, cambio de planes en fiestas y vacaciones y un poco de conflictos con jefes, gente con cartas natales muy solares y leoninos, y mujeres rubio platino. 

Yo no descartaría algún tema en aeropuertos. Y objetos electrónicos con la batería o el motor que nos pega un chispazo. 

¿Lo mejor de la lunación? El poder abrirnos a lo inesperado, a lo moderno, a lo revolucionario… y el apoyo de Júpiter y Mercurio tanto en Tauro como en Virgo: para que el hedonismo y lo práctico no falte, así como los pies en la tierra. 

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