Este próximo martes 12 de diciembre vamos a vivir la Luna Nueva del mes (el novilunio de costumbre) que se da, no podía ser de otra manera, en el signo de Sagitario.
Toda Luna Nueva implica un contacto entre las luminarias: o sea, el Sol transita un signo en concreto (el signo del zodiaco que corresponda con la temporada; claro, piensa que ahora estamos en temporada Sagitario) y la Luna llega por detrás, rápida veloz, y ¡zasca¡, lo alcanza, la misma posición por grado y se produce la Luna Nueva.
En este caso, la Luna Nueva va a darse en el grado 20 (que es un grado que vas a poder bichear en tu propia carta natal, que es la que siempre manda; pero que además es extrapolable al resto de signos mutables).
O sea: que puedes vigilar no sólo el grado 20 de Sagitario, sino también de Géminis, Virgo y Piscis.
¿Qué significa una Luna Nueva? Desde un punto de vista muy simbólico nos va a hablar de nacimientos, siembra, unión, equilibrio de opuestos, ying y yang, padre y madre… y cualquier otra nomenclatura que tienda a la unión o la búsqueda de esta entre opuestos.
Esto es aplicable a toda Luna Nueva.
Pero claro, además tendremos que mirar el estado celeste de los planetas involucrados y el signo. Si el novilunio se da en Sagitario, obviamente tendrá unos efectos (una siembra, un nacimiento) totalmente distinto a si se diera, por ejemplo, en Aries.
¿De qué nos habla Sagi? Pues de compartir, filosofar, libertad, extroversión, aprendizaje, felicidad, cierta duda, dogmatismo… y movimiento. Siempre en movimiento (hacia dentro y hacia fuera, por eso es signo de pilotos, azafatas y profesores de idiomas).
Lo primero que vas a tener que buscar es tu casa con Sagitario y entender que estos temas, siempre en función de tu carta astral, pueden activarse en ese escenario.
Eso siempre es lo primero.
Luego busca si se activa algo por oposición y cuadratura: por eso es importante vigilar, en este caso, los otros signos mutables del zodiaco. En este caso, los temas se moverán con más dificultad o con cierto bloqueo o extrañamiento.
Por ejemplo: Sagitario es masculino, fuego y mutable. Es optimista, no para quieto, confía en que todo le saldrá bien y se mueve por pálpitos, intuiciones, un poco a lo bruto y exagerado y sin tener en cuenta los detalles.
Claro, esta actitud puede suponerle un dilema a Géminis: con su duda continua, su necesidad de analizarlo todo y frivolizarlo; como a Virgo, que tiende a tenerle todo atadito en detalles y no se atreve a arriesgarse; y a Piscis, que si bien no se lleva tan mal con Sagitario, necesita su espacio a solas y una soledad y una aventura mucho más intimista que el Centauro.
O sea: las casa con Géminis, Virgo y Piscis y planetas por el grado 20 quizá se noten en una encrucijada donde la aventura versus sus propios valores les hacen trastabillar, pegar una coz mal dada, soltar una lagrimita o meterse en un sarao sin tener del todo ganas.
A Sagi no le gusta calentarse mucho la cabeza: es un happy go lucky soul y se puede pasar un poco con su sagrada libertad y su necesidad de imponerle al resto de la gente su sermón de cómo vivir la vida. Como si sólo existiera una sola verdad.
Pues justo esa verdad, ese modus operandi, esa exageración y ese viva la Pepa va a estar puesto un poco en entredicho a partir de esta lunación. No es mala per sé, cierto. Pero sí está llena de dudas y de cuestionamientos: o sea, Sagi ya no tiene tan claro si su modo de vida que defiende a capa y espada le funciona tanto como presume.
O sea: entraremos en una segunda parte de diciembre donde vamos a reflexionar un poco sobre gastos, viajes, aprendizajes, filosofías, sentido de la libertad y de la propiedad. Lo que imponesmo a los otros y lo que entendemos como religión, credo o forma de encarar nuestras experiencias.
Y aquí entran varios factores en juego: Júpiter, regente de la lunación, está retrógrado. Neptuno, además cuadra la lunación.
Pero es que además, sólo un día después, Mercurio en Capricornio se pondrá retrógrado: o sea, vamos a tener tiempo de darle una vuelta a todo, un repasito, un reajustar, un reconocer que no siempre llevamos la razón muy, muy jugoso.
Que lo disfrutes.
Emilio Pérez Astrólogo Predictivo