El Ascendente, el Sol y la Luna. Claves de tu Carta natal

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Verás. A día de hoy tenemos distintas escuelas astrológicas y muchas maneras de acercarnos a la carta natal. 

Yo no voy a decir que unas sean mejores que otras: evidentemente cada maestrillo tiene su librillo, pero voy a intentar darte mi visión y la que imparto en mis formaciones de mi Escuela de Astrología  (y ojalá te ayude, que sé que lo hará). 

Resulta que vamos a encontrarnos con Astrologías muy solares: donde el Sol es la aspiración y el punto de inicio (esa suerte de vacío o centro o sí mismo jungiano). Luego Astrologías lunares: que se centran mucho en la emocionalidad o incluso en el aspecto oscuro y castrador de la Luna

También hay Astrologías donde el Ascendente es considerado una máscara o una suerte de disfraz que te pones para luego integrar el Sol… (me horroriza la expresión integrar, ¿qué le voy a hacer?).

Y así, de oca en oca…

Sin embargo, en mi Escuela Cósmica y sus cursos de Astrología: sobre todo en Taller de los signos (del pack Básico) y en el Taller de las Casas (del Pack Avanzado) lo que hacemos es recolocar el valor del Ascendente

Es decir, dejaremos de verlo  como una máscara, un disfraz, un algo que nos sirve de puente hacia el Sol u otros planetas (aunque en algunos casos, estos se comuniquen) y empezar a verlo por lo que ha sido considerado durante casi toda la historia de la Astrología.  O sea: El Ascendente es cuerpo, es salud y es personalidad. 

Y ojo, que mientras hacemos esto, no estamos renegando o restando relevancia  a la Luna y al Sol. ¡Al contrario! Somos seres muy poliédricos y para poder describir a alguien y poder ayudarle astrológicamente con su carta vas a tener que combinar, como mínimo, estos tres elementos.

Además —y como a mí me gusta tanto la Astrología Médica, que también es un tema que trabajamos en nuestras clases—  quiero que pienses en la Luna y el Sol como una especie de batería o de combustible de tu ser. Y en el Ascendente como en el coche o el vehículo que lo llevan.

Así, puedes tener coches bonitos por fuera, pero hechos una porquería por dentro. O al contrario, un auto abollado y un tanto sucio y torpe —que sin embargo está lleno de vitalidad y aguantará muchos kilómetros de rodaje. 

Por tanto, Luna, Sol y Ascendente (y también el regente de este, aunque eso ya sería meternos en mucho más trabajo y lo dejo para la formación) están continuamente interdialogando y dándonos pistas de eventos, percances, mejorías de ánimo (el Sol) y de lo cíclico (lunar)… y de dolencias y apariencias de la persona

Así que a partir de ahora te invito a asomarte a cualquier carta incluyendo  estos tres puntos básicos: deja de asumir que una persona es sólo descriptible a través de su signo solar. Deja de usar la Luna sólo para traumas y emociones. 

Da un paso más: observa el rostro del individuo, su mirada, corpulencia, ¡ manos, su escritura! 

Y empieza a descifrar su posible signo del Ascendente o quizá el regente de este y el signo en el que se encuentra. 

Una vez desarrolles un poco de intuición y práctica, se te abrirá un nuevo mundo para acercarte a cualquier carta natal, a la Astrología ¡y a la vida! 

Nota final: como trabajamos con Astrología un poco clásica, lo ideal es que utilices las regencias clásicas de los signos y no las modernas (aunque puedas añadirlas para completar). 

Esto significa que Marte será el regente de Escorpio, Saturno el de Acuario y Júpiter el de Piscis. Y, si insiste, puedes usar los corregentes: Plutón, Urano y Neptuno en este mismo orden. 

¡Que te diviertas! 

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