Como no podía ser otra y como buen amante de la Astrología que soy —y que eres— vamos a desvelar una vez más los intrincados movimientos planetarios que nos trae el mes de noviembre.
El mes trae sus desafíos con unas lunaciones complicadas: el novilunio en Escorpio del 13 de noviembre será todo un poema. Además, antes tendremos a Marte y Urano en oposición y dando guerra, Saturno que despierta y se regodea en la zona del grado 1 de signos mutables —y un maravilloso, quizá el mejor evento del mes, Venus que se domicilia en Libra.
Empecemos por Venus, entonces, ¿te parece?, tan sensual, moviéndose a través de Libra durante todo el mes.
Aquí Venus se domicilia. ¿Qué significa esto? Bueno, prepara tu corazón —y tu intelecto— porque el amor está definitivamente en el elemento aire. Venus en Libra suaviza los devaneos de los eclipses, apuesta por las relaciones equilibradas, disfruta de un museo o de una cita romántica.
Como tendrá ciertos contactos con Mercurio en Sagitario, podría potenciar la armonía en lugares nuevos, más allá de la zona de confort: favorecer las relaciones internacionales, el estudio de idiomas y el patrocinio de artistas por mecenas extranjeros o cierto reconocimiento más allá de los lugares habituales.
Es de lo mejorcito que pasa en todo noviembre: a final de su tránsito se unirá al nodo sur y se opondrá a Plutón, pero hasta entonces te recomiendo que vigiles tu casa con cúspide en Libra y la disfrutes y organices tu agenda al respecto. Sobre todo porque venimos del tumulto divorcista de octubre —y al que tendremos que sumarle otro toquecito o advertencia más.
¿Cuándo? Justo el 11 de noviembre, y a puertas de la Luna Nueva, con la oposición de Marte y Urano, desde Escorpio a Tauro.
El aspecto es duro. Es una oposición en toda regla —y más para quienes cumplen por la fecha, y es que el Sol va detrás y camino de la oposición. ¿El grado? El 21 —y te vale no sólo para Escorpio y Tauro, sino también para Leo y Acuario.
Ahora, si estás buscando cambios emocionantes y transformaciones profundas, te lo compro. Urano en Tauro insiste, cabezón, en romper con las normas establecidas y explorar nuevas formas de ver el mundo. Rehúye el miedo de hacer las cosas a su manera, incluso si parece un poco loco. Y vale: es muy creativo y brillante, démosle la razón. A veces, las mejores ideas surgen de la locura controlada.
Pero recuerda, Marte siempre es Marte: es trabajador, mucho; pero también belicoso, impositivo y además se accidenta.
¿Más cosas importantes? Por supuesto, el despertar de Saturno. El 4 de noviembre y en el grado 0.
Ojito con Saturno porque no se andará con chiquitas en este grado —de Piscis, Virgo, Géminis y Sagitario. Sobre todo porque Mercurio y Marte van a pasar por Sagi y activarán la zona.
Esto puede darnos —en el caso de Mercurio— dudas, melancolía, falta de comunicación asertiva, obligaciones y compromisos en los que no queremos meternos, viajes apesadumbrados, dolores de ciática y de extremidades. Caídas de caballo. Escuelas con dificultades.
En el caso de Marte —a partir del 23 de noviembre— desastres acuáticos, escasez de medicamentos (suena grave, pero es un aspecto que dura poco) o viejitos que se tropiezan. También discusiones por fronteras marítimas. Y gastos por reparaciones.
Pero se quieres profundizar en el tema, lo que más te recomiendo es sumarte a mi Taller Avanzado Saturno en Piscis 2023 – 2026 (con todos los detalles aquí).
Por esas fechas estaremos ya en temporada Sagitario: así que, una vez más, tocará echarle un vistazo a Júpiter (que sigue en Tauro). Y si bien los Sagi de primer decanato lo tienen un poquito más feúcho en esa segunda mitad del mes —Venus en Libra beneficia en las primeras— lo cierto es que hay respuestas y mucho peso para este noviembre en la conexión con la naturalez, en lo artístico, en lo intelectual y en lo corpóreo.
O sea, como el Cosmos es un tejido y todo se intercomunica, necesitamos siempre una visión global para ver dónde están los aliados y puntos de apoyo: Venus y Júpiter serán la clave este mes.
Que lo disfrutes.